Desde Creacionismo Especial.
(Po214 en biotita, imagen de "Creation's Tiny Mystery, by R.V. Gentry)
Una demostración (por ahora no refutada) de la corta edad de la Tierra ha sido dada por el físico Robert Gentry[1]. El granito es una roca ígnea plutónica constituida esencialmente por cuarzo, feldespato y mica. Es la roca más abundante de la corteza continental, y sería, según la visión evolucionista, el producto de la solidificación lenta y a muy alta presión, durante millones de años, de magma terrestre con alto contenido en sílice producto de la fusión de las rocas que forman los continentes, sometidas al calor del manto terrestre en la parte inferior de éstos[2].
Gentry, trabajando en el Oak Ridge National Laboratory, ha estado estudiando el granito durante años, y ha encontrado varias (no sólo ésta de los halos) pruebas de una corta edad de la Tierra. Al diseccionar las rocas de granito se puede observar que están compuestas de una estructura cristalina muy densa. Dentro se entremezclan cristales de cuarzo y de mica. Los cristales de mica, que se desprenden fácilmente con la ayuda de una navaja, si se les observa con un microscopio, pueden verse que están formados de numerosas estructuras anulares llamadas “halos”. Por lo general hay un núcleo central que en un tiempo tuvo material radiactivo, pero que fue desprendiendo las consiguientes partículas α (núcleos de He) y ha quedado petrificado en los sucesivos anillos exteriores, según la secuencia completa de decaimiento radiactivo. Los científicos pueden conocer con exactitud qué material padre causó tales halos midiendo los anillos. En el diagrama de la izquierda se ve la secuencia típica de un halo: U-238, U-234, Th-230, Ra-226, Rn-222, Po-218, Po-214, Po-210. Esta estructura identifica al isótopo radiactivo Polonio-218 como el causante principal de esos halos de la mica. Lo sorprendente aquí es que el Polonio-218 tiene una existencia fugaz, su presencia en el granito refuta la tesis evolucionista de la formación de las rocas como un conglomerado fundido enfriándose durante eones. Ya que el Polonio-218 sólo tiene un periodo de vida de 3 minutos, si la roca se hubiera enfriado lentamente (incluso durante un intervalo de 2 horas) todas las trazas del elemento se hubieran disipado y no se observarían halos.
Una pizca de polonio radiactivo en una roca fundida se puede comparar a un trocito de Seltz alcalina introducida en un vaso de agua. El comienzo de la efervescencia equivaldría al momento en que los átomos de polonio comienzan a emitir núcleos de He. En la roca fundida los residuos de esas partículas radiactivas desaparecerían tan rápidamente como las burbujas de Seltz del interior del agua. Pero si el agua fuera congelada instantáneamente, entonces las burbujas quedarían también allí aprisionadas dentro del hielo. Algo así, tal como explica Robert Gentry, fue lo que sucedió con estos halos de polonio, que permanecen como una innegable evidencia de que una cantidad de materia primordial de la Tierra quedó "cristalizada" en el interior del granito sólido. La existencia de estos halos de polonio, por tanto, implican que nuestra Tierra fue formada en un brevísimo intervalo de tiempo, en concordancia con lo narraado en el primer capítulo del Génesis.
En realidad, el asunto de los halos está aquí muy simplificado, el uranio radiactivo se descompone siguiendo una secuencia de pasos intermedios, cada uno de los cuales tiene su característico nivel de energía. Si la inclusión radiactiva reside en una estructura cristalina bien formada, como por ejemplo en el mineral biotita (una forma de mica que se halla frecuentemente en las rocas graníticas), es cuando se observa claramente los rastros formando una serie de esferas concéntricas en torno a la inclusión, cada una indicando un paso de la descomposición del material padre. Varios de estos pasos intermedios corresponden isótopos con semividas extremadamente cortas. Sorprendentemente, a veces unos halos característicos de los isótopos de polonio se encuentran sin los consiguientes halos de uranio, de más lenta formación, mostrando ningún rastro del conglomerado padre de uranio. Aparentemente, allí en el centro no hubo nunca uranio, y el conglomerado original debió haber sido sólo de polonio (llamado "polonio huérfano"). Se creía que el granito necesitaba muchísimos años para que se formaran estructuras cristalizadas, ya que la solidificación se produce al llegar a una temperatura por debajo del punto crítico. Puesto que los isótopos de polonio tienen tan corta semivida, sería increíblemente improbable la formación de halos de polonio sin la presencia de material padre. Esto ha llevado a Robert Gentry a especular que los granitos fueron instantáneamente creados con las inclusiones de polonio presentes, las cuales posteriormente se habrían descompuesto.
Para conocer más sobre los halos de polonio podéis acudir a la web de Robert Gentry, http://www.halos.com/
NOTAS:
1. Robert Gentry es autor del libro "Creation's Tiny Mistery".
2. Según está indicado en Wikipedia .
Una pizca de polonio radiactivo en una roca fundida se puede comparar a un trocito de Seltz alcalina introducida en un vaso de agua. El comienzo de la efervescencia equivaldría al momento en que los átomos de polonio comienzan a emitir núcleos de He. En la roca fundida los residuos de esas partículas radiactivas desaparecerían tan rápidamente como las burbujas de Seltz del interior del agua. Pero si el agua fuera congelada instantáneamente, entonces las burbujas quedarían también allí aprisionadas dentro del hielo. Algo así, tal como explica Robert Gentry, fue lo que sucedió con estos halos de polonio, que permanecen como una innegable evidencia de que una cantidad de materia primordial de la Tierra quedó "cristalizada" en el interior del granito sólido. La existencia de estos halos de polonio, por tanto, implican que nuestra Tierra fue formada en un brevísimo intervalo de tiempo, en concordancia con lo narraado en el primer capítulo del Génesis.
En realidad, el asunto de los halos está aquí muy simplificado, el uranio radiactivo se descompone siguiendo una secuencia de pasos intermedios, cada uno de los cuales tiene su característico nivel de energía. Si la inclusión radiactiva reside en una estructura cristalina bien formada, como por ejemplo en el mineral biotita (una forma de mica que se halla frecuentemente en las rocas graníticas), es cuando se observa claramente los rastros formando una serie de esferas concéntricas en torno a la inclusión, cada una indicando un paso de la descomposición del material padre. Varios de estos pasos intermedios corresponden isótopos con semividas extremadamente cortas. Sorprendentemente, a veces unos halos característicos de los isótopos de polonio se encuentran sin los consiguientes halos de uranio, de más lenta formación, mostrando ningún rastro del conglomerado padre de uranio. Aparentemente, allí en el centro no hubo nunca uranio, y el conglomerado original debió haber sido sólo de polonio (llamado "polonio huérfano"). Se creía que el granito necesitaba muchísimos años para que se formaran estructuras cristalizadas, ya que la solidificación se produce al llegar a una temperatura por debajo del punto crítico. Puesto que los isótopos de polonio tienen tan corta semivida, sería increíblemente improbable la formación de halos de polonio sin la presencia de material padre. Esto ha llevado a Robert Gentry a especular que los granitos fueron instantáneamente creados con las inclusiones de polonio presentes, las cuales posteriormente se habrían descompuesto.
Para conocer más sobre los halos de polonio podéis acudir a la web de Robert Gentry, http://www.halos.com/
NOTAS:
1. Robert Gentry es autor del libro "Creation's Tiny Mistery".
2. Según está indicado en Wikipedia .
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