viernes, 23 de diciembre de 2011

La gente inteligente tiende a creer en Dios: Estudio

Sacerdotes ancianos y muy sabios.

En respuesta a la brutal falacia, del estudio de Richard Lynn, difundida en "Blog sin dioses"; hay otro estudio, llevado a cabo por el Dr. Albert W. Zeiss, reconocido cosmólogo georgiano y Profesor de Neurociencia de la Universidad de Río Branco, reveló que las personas con mayor coeficiente, suelen creer en Dios y en fenómenos sobrenaturales, y suelen ser cristianas (católicas). Esto demuestra que los creyentes en la Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo) y los derechistas, son en general, más inteligentes que los ateos, progresistas y liberales. 
Los resultados de este trabajo desataron el rechazo de varios ateos, quienes consideraron que dicho estudio había sido manipulado por la Iglesia y desataron una terrible furia, diciendo que la "evolución es un hecho" porque está "ampliamente probado". Ahora uno se pregunta, ¿dónde están esas pruebas?, ¿dónde estás los famosos eslabones perdidos? Y los ateos siempre dicen que esos eslabones no hay que buscarlos, porque eso es "cosa de tontos", dicen que los "eslabones" ya se fueron por la selección natural los borra, con el fin de no dejar evidencias para probar el evolucionismo. "Hay que creer en él, porque es lo que nos muestran las evidencias", declaró el famoso divulgador ateo estadounidense Francis Faraday. Y yo me pregunto, ¿cuáles evidencias? Pero lo más impactante: el ateo dice que hay que creer en él. Es decir, ¡confiesa que el ateísmo es una creencia! La creencia en la inexistencia de Dios; pero lo más común es que el ateo niegue que lo que él cree es una creencia, pues el ateo no suele razonar demasiado. Pero sigamos con el estudio.
Según el estudio, los ateos suelen decir que creer en Dios es una cuestión personal, que no debe salirse del ámbito privado porque sino interfiere con el Estado. Según el estudio muchos ateos idolatran al Estado, porque idolatran al hombre. Por eso la ciencia debe estudiar el fenómeno del ateísmo; pues el ateísmo es algo que pone en riesgo el orden público. Según el Dr. Albert W. Zeiss, las personas con un coeficiente intelectual más alto, son menos propensas a ser ateas o agnósticas. 
De hecho, Zeiss asegura que el aumento de la irreligión, está relacionado con la baja en el promedio del coeficiente intelectual de la población mundial. Según Zeiss, si no se revierte el fenómeno, estaremos yendo hacia una idiocracia mundial, donde el mundo estará dominado por tontos. Esto a su vez, es otra prueba clara del creacionismo, pues cada es cada vez más obvio que cada día que amanece el número de tontos crece, ya que desde el Diluvio a la fecha, el hombre en general se ha vuelto cada vez más débil y más tonto; es por eso, que la fe en la Verdad ha decaído, siendo sustituida por supersticiones como la ufología, el horóscopo o el ateísmo, ya que el hombre es un ser naturalemente religioso.
Zeiss, quien generó una gran polémica, explicó que los académicos inteligentes son menos propensos a no creer en Dios, si bien hay muchos académicos tontos que no creen en Dios. Zeiss alega que la mayoría de la gente no cree en Dios en estos tiempos nefastos, debido a que la mayoría de la gente está quedando cada vez más tonta debido a la périda global de neuronas, que se está llevando a cabo en todo el globo terrícola. Eso, según explica Zeiss, se debe a múltiples factores, como el enceguecimiento ideológico, los métodos de lavado de cerebro en masas, según explicaba el Dr. Joseph Goebbels, el proyecto MK-Ultra, el aumento de consumo de drogas, etcétera.

Dice Zeiss: "Si bien a los ateos les puede parecer díficil, llevar a cabo verdaderos experimentos para explicar una relación causal entre el coeficiente intelectual y las creencias religiosas; se hace cada vez más evidente que el ateísmo está relacionado a un menor coeficiente intelectual, pues el ateo carece de capacidad para razonar inteligentemente. Hay evidencia de que los razonamientos ateos, son bien simplistas y que no suelen cuestionarse el paradigma dominante establecido; pues se han dejado engañar muy bien por el Nuevo Orden Mundial."

¿Y usted qué piensa, que razona? Deje su comentario, plantee su hipótesis.
Y al ateo le digo, refute al Dr. Zeiss, si puede...
O mejor aún, si usted ateo se cree tan inteligente, refute a las Cinco Vías, si puede...¡Y al Nicus!, si puede...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La verdad sobre el árbol de navidad

Desde Foro Católico:

"La verdad del ” árbol de navidad o árbol del universo”; su origen anticristiano

diciembre 18, 2011

San Bonifacio destruyendo el “árbol del universo” que ahora promueven como “árbol navideño”.
No es “exagerar” si se afirma que el “árbol del universo” es de origen druida, tal y como lo afirman TODAS las narraciones del mismo. No existe una sola que asegure que el “árbol del universo” tiene una tradición originada en el cristianismo.
Todas las fuentes señalan a los sacerdotes druidas, los mismos del Halloween, los que sacrificaban seres humanos a sus dioses paganos, como los autores del “árbol del universo”, aunque para ellos era:
“celebrar el cumpleaños de uno de sus dioses adornando un árbol perenne, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad cristiana”.
El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo), en cuya copa se hallaba el cielo, Asgard y el Valhalla; mientras que en las raíces profundas se encontraba EL INFIERNO.
Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el infierno o reino de los muertos).

La falsa leyenda del árbol navideño de San Bonifacio, similar a la de “Santa Claus”


Anuncio “navideño” con “santa”
Muchos contemporáneos, luego de asimilar la costumbre druídica, quisieron encontrar un justificante para poner el “árbol del universo” en sus hogares y llenarlos de regalos que supuestamente son traídos por el duende gordo Santa Claus, quien se introduce por la estrecha chimenea…
Quienes defienden al “árbol del universo” tergiversan la tradición e inventan una pseudo “tradición” en la que  San Bonifacio, tras cortar un árbol druídico Divino Idrasil (Árbol del Universo), en su lugar “plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas”. Los mentirosos añaden:
“Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo…”

La aberración de la “leyenda” de San Bonifacio. Si el santo destruyó un árbol druida, ¿por qué iba a plantar otro?. En su lugar fijó  la Santa Cruz

San Bonifacio destruyó un árbol druida para implantar la Cruz
A san Bonifacio se le representa bautizando a los conversos, con un pie encima de un roble abatido que simboliza el sometimiento de la religión pagana.
A partir de ello, han inventado una absurda leyenda, falsamente atribuida a San Bonifacio, no explica qué sentido tiene que el santo cortara un árbol (roble), para plantar otro árbol (pino) y cargarlo con las mismas viandas que los paganos. Resulta necio, que es lo mismo  decir idiota.
¿Por qué fue tan generoso en llenar de manzanas (pecados) el árbol, si en el árbol del Edén sólo se habla de un fruto, nunca de docenas de manzanas?.
¿Por qué, si la “tradición” inició en el siglo VII, duró oculta por un milenio, hasta que fue “rescatada” por los protestantes luteranos en el siglo XVII, no por los católicos?.
Para explicarnos, dos preguntas; ¿qué tiene en semejanza o en representación de la Natividad de Nuestro Redentor un pino con manzanas y luces?. NADA
La segunda pregunta; ¿qué tiene ese “árbol de navidad” en común con el “árbol del universo” druídico, utilizado por los enemigos de Cristo para adorar a sus demonios?. TODO.

La introducción del “árbol del universo” en España e Inglaterra, obra de criptohebreos


El borbonista Pepe Osorio junto a su mujer (no católica) Sofía Troubetzkoy, introductores del “árbol del universo” en España, en una fotografía tomada en Deauville en la primavera de 1869, pocos días después de su boda.
El “árbol del universo” ahora llamado “árbol de navidad” fue introducido por primera vez en la Alemania luterana a principios del siglo XVII. Fue hasta el siglo XIX cuando apareció en los países protestantes de Finlandia, Rusia e Inglaterra. Primeramente en el castillo de los Windsor (los hebraizados von Battemberg) quienes lo hicieron parte de su ornamentación navideña a mediados del siglo XIX.
Igualmente fueron los borbonistas hebraizados quienes lo llevaron a España hasta 1870. Se sabe que fue introducido por la duquesa “rusa” -no católica- Sofía Sergeïevna Troubetzkoy mujer de un líder de la restauración borbónica; José Isidro Osorio y Silva-Bazán, hijo de la marrana Inés Francisca de Silva-Bazán (1806-1865), hija a su vez del hebreo marrano José Gabriel de Silva-Bazán y Waldstein y de la marrana Joaquina María Téllez-Girón y Alfonso Pimentel.
En España hubo grandes detractores de esta tradición como Dolors Cos en 1930 o Ramón Violant en 1948 que se quejaba de que mezclado entre los puestos de venta de figuras y adornos también aparecieran árboles de Navidad.
La leyenda alemana lo relaciona con Martín Lutero, fundador de la fe Protestante – quien regresando a Wittenberg, una silenciosa y fría noche de vigilia, quiso recrear, adornando con pequeñas velas un abeto doméstico, la impresión fabulosa que tuvo al observar los árboles helados del bosque que resplandecían bajo la luz de las estrellas… quizá haya sido un intento de la iglesia alemana reformada por conservar una costumbre pagana, viva en el pueblo, atribuyéndole un carácter cristiano.
La costumbre se arraigó en Alemania y los países escandinavos en los siglos XVI y XVII, de allí paso a Inglaterra: primero fueron los soberanos de la casa de Hannóver, Jorge III (y sobre todo su esposa Carlota), y más tarde el Príncipe Consorte Alberto de Sajonia-Coburgo, celebre marido de la reina Victoria. Cabe pensar que el abeto decorado en los hogares, podría considerarse, en cierto sentido, como una prueba de fidelidad monárquica."

viernes, 16 de diciembre de 2011

Los judíos y la magia: El golem de Praga (parte 1)

Para comenzar a hablar sobre este asunto, primero mostraré un artículo de Foro Católico:

Educan a niños hebreos con marionetas del anticristiano Golem

diciembre 9, 2011

La leyenda del Golem es bien conocida en la judería de Praga, la cual afirma que el tal espantajo fue creado para defender a los hebreos contra los cristianos. Nótese el atuendo ritual de los intérpretes y marionetas. 

La compañía de Teatro Checo de Marionetas (teatro hebreo) presenta al Maharal, antecesor de Benedicto XVI, como un héroe y creador del Golem como instrumento de intimidación y venganza contra los cristianos


El Golem y su creador, el mago hebreo Jodah Loew Ben Bezalel

La siguiente nota apareció en el sitio hebreo The Jewish Daily Fordward y revela el significado que tiene para los hebreos el Golem, esfigie de barro poseída por un espíritu demoníaco, así como la veneración por su creador, el Rabbí Judah Loew ben Bezalel, jefe cabalista del siglo XVI, antepasado de una larga línea de rabinos cabalistas que llega hasta la familia Tauber de Moravia, de la que desciende Joseph Alois Ratzinger, también conocido como Bendicto XVI.

La verdadera historia habla de cómo el rabbí Ben Bezalel, alias el Maharal, encabezó la defensa de los hebreos contra la ira del pueblo cristiano que los acusaba de asesinatos rituales similares a los de los infantes San Simón de Trento y  San Guillermo de Norwich, entre otros. 

En respuesta, los hebreos comenzaron a realizar ataques nocturnos contra indefensos gentiles e inventaron para justificaros a una especie de Frankenstein que vengaba a los hebreos. Fue así como consiguieron el cese de los juicios contra los israelitas, a cambio de que el Golem dejara de aterrorizar a los cristianos.

Conforme a la leyenda hebrea, el Maharal creó al Golem de una esfigie de barro y le dio vida para vengar a los hebreos perseguidos. Aterrorizados, los cristianos aceptaron dejar en paz a los hebreos a cmbio de que el Maharal inhabilitara al súper héroe cabalista.

Independientemente de la veracidad o falsedad de los detalles, es una realidad que los hebreos veneran la figura del mago cabalista Ben Bezalel como un moderno Moisés que los liberó de la persecusión de los gentiles.

Asimismo, como demuestra la siguiente crónica, los hebreos utilizan la leyenda del Maharal/Golem para deformar las mentes de los pequeños hebreos y fomentar en ellos el recelo y deseo de venganza contra los cristianos.
Nota vista en The Jewish Daily Fordward, traducción de Foro Católico
En la producción de de “Golem”, realizada por la Compañía de Teatro de Marionetas Checoslovaco-americano (CAMT), los personajes son títeres (a excepción de un fantasma), y el hombre de barro es interepretado por un ser humano (Steven Ryan). Y así es como debe ser, pues aunque no habla, el Golem es un sustituto para el hombre. Es una criatura que no pidió nacer, no entiende su propósito y busca el amor y recibe el castigo, el que acepta incondicionalmente. A diferencia de Adán en el edén, el Golem es algo mejor, o por lo menos más ingenuo, que la criatura hecha por Dios.
La producción CAMT que terminó el 4 de diciembre – con música original de Frank London y The Klezmatics (una banda de siete), y 20 marionetas de todos los tamaños creado por Jakub “Kuba” Krejci , se interpretó por nueve bailarines / titiriteros. Para los niños es un juego, es divertida y diferente, para los adultos es todo eso, pero teñida de tristeza. ¿Qué podría ser más judío?
La historia del Golem, es menos conocida en América que en Praga, donde la figura del Golem rivaliza con las de Mozart y Kafka en las tazas, los chocolates y las camisetas estampadas. Es necesario conocer previamente la historia, porque no hay mucho diálogo – gran parte de la obra es bailada (la coreografía creativa está a cargo de Naomi Goldberg Haas), pero es suficiente que el narrador, Cantor (Ronny Wasserstrom), se siente ante un torno de alfarero en la apertura del show y exhorte al rabino Judah Loew ben Bezalel para crear al hombre de barro.

La creación del Golem, un mito para encubrir los crímenes hebreos
Según la leyenda, en Praga, durante el siglo XVI , Loew, el rabino jefe, creó al hombre de arcilla, un “Golem”, para proteger el gueto judío de los pogromos. Después de un tiempo, la esposa del rabino no pudo resistirse a usar al Golem una o dos veces para ayudar con las tareas, que estaba fuera de su muy estrecho alcance.
Cuando se le pidió traer agua, empapó a todos. Cuando se le pidió traer pescado para el Sabath, hizo el ridículo. Luego de lo sucedido, enfurecido, destruyó casas y asesinó gentiles, y el rabino tuvo que quitar la emet , o símbolo de la verdad, colocada en la frente del Golem, que lo había traído a la vida. La leyenda cuenta que el Golem aún se encuentra en el ático de la sinagoga Alt Neu, en Praga, donde los nazis fueron a buscarlo.
La producción CAMT se presentó por primera vez en La MaMa Experimental Theater Club en Nueva York en 1997, después de haber sido desarrollado en varios talleres, incluyendo uno en Polonia. 
Ahora vuelve a aparecer como parte de La MaMa del 50º aniversario de la temporada. Desde su debut  apareció también en el Festival Internacional Henson de Teatro con Títeres, mientras que “Golem Tants”, una canción sin letra, fue registrada por Itzhak Perlman y Klezmatics el de “Live in the Fiddler’s House”.
CAMT, bajo la dirección de Vít Horejs, no es sólo una compañía de títeres, sino uno de los más consistentes y emocionante, grupos de teatro realmente con visión de futuro en la ciudad.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Einstein, un sinvergüenza ejemplar

De Iota Unum



Disponemos a continuación una entrada con un artículo escrito por el investigador español C. Galicia y publicado en una vieja revista, al que hemos hecho algunos añadidos en fotos e imágenes, así como ciertos énfasis y subrayados en distinta presentación.



Mendo Crisóstomo

EINSTEIN, EL BRIBÓN – EL MAYOR FRAUDE CIENTÍFICO DEL SIGLO XX

Por C. Galicia



Los mitos pueden levantarse y crecer sobre la verdad o, por el contrario, surgir sobre la mentira.


Presentado como líder de la modernidad y de los tiempos futuros, Einstein no fue más que un pequeño bribón.


Este último caso es de Albert Einstein. Reconocido hoy por el sistema dominante de valores como el adalid de la paz y de la bondad humana, y reputado por casi todos como el más grande de los sabios conocidos que en el mundo han sido, su aúreo brillo no es más que una vulgar apariencia.



Presentado como líder de la modernidad y de los tiempos futuros, Einstein no fue más que un pequeño bribón.

 
“ESTE NIÑO ES RETRASADO”

El dictamen del doctor cayó COMO UNA LOSA sobre la pobre Pauline, madre del pequeño que con cuatro años apenas balbuceaba alguna palabra suelta.

Años después nacería su hermana Maya, mucho más despierta e inteligente, y que llegaría a acomplejarle influyendo notablemente en su carácter retraído y en su gran capacidad de resentimiento, en sus pésimas calificaciones escolares, etc..., pero también, por aquello de la “ley de compensación” de Jung y Adler, en ese deseo íntimo y profundo  de notoriedad y afirmación (incluso de revancha) que le acompañará toda su vida, y que siempre tratará de disimular con un forzado aspecto inocente e inofensivo.

Cada nuevo fracaso hará crecer en él su resentimiento y rebeldía.

“Este niño es retrasado” El dictamen del doctor cayó como una losa sobre la pobre Pauline, madre del pequeño que con cuatro años apenas balbuceaba alguna palabra suelta.


Así, todavía impúber, acusará a “la máquina educativa alemana” de haberle engañado con creencias religiosas falsas (aunque tampoco le valdría la fe judía de sus padres), o falsificará, ¡¡¡a los 15 años!!!, un certificado médico para no acudir a clase, e incluso renunciará a los 17 años a la nacionalidad alemana para eludir el servicio militar.


Ya de adulto él mismo reconocerá
“No haber pertenecido nunca a mi país (Alemania), ni a mi propia casa, ni a mis amigos ni a mi familia”, sino tan sólo a la “tribu” (el movimiento sionista), como a él mismo le gustaba decir.

Quizás por ello no le importó dar a su hija mayor Lieserl en adopción, sin volver a preocuparse de ella en todo el resto de su vida, ni abandonar a su hijo Eduard, que era enfermo mental, en un psiquiátrico de Suiza sin nunca más volver a interesarse por su salud o su destino, ni maltratar de forma habitual a sus otros hijos tal y como siempre han reconocido, ni abandonar a su familia tras regalar a su mujer todo un rosario interminable de humillaciones y adulterios, regalo con que también obsequió a su segunda esposa, Elsa, etc.



En fin, quien desee conocer la edificante vida privada del “Genio” leerá con provecho el libro de Roger Highfield y Paul Carter titulado The privates lifes of Albert Einstein.


No le importó dar a su hija mayor Lieserl en adopción, sin volver a preocuparse... en todo el resto de su vida, ni abandonar a su hijo Eduard... enfermo mental, en un psiquiátrico... sin nunca más volver a interesarse... ni abandonar a su familia tras regalar a su mujer todo un rosario interminable de humillaciones y adulterios


El hombre que había cambiado cuatro veces de nacionalidad (alemana, suiza, alemana de nuevo, británica y norteamericana), se lamentaba de la siguiente forma:



“Quizás mi destino es que siempre me presenten como una bestia negra: soy un judío para los alemanes y un científico alemán para los ingleses“.

A pesar de pertenecer a una rica familia judía que pudo pagarle las mejores escuelas de música de Munich, Milán y Aarau (Suiza), donde aprenderá el elitista método pestalozziano, a esa edad se dará cuenta que nunca pasará de ser un violinista mediocre. Había que buscar otra cosa.

Tenía que triunfar en la vida como fuera. ¡Sí, eso es! Sería un sabio profesor de matemáticas. Y a pesar de los pésimos resultados obtenidos en sus estudios secundarios, logrará al año siguiente ingresar en la prestigiosa Escuela Politécnica de Zurich.


A pesar de pertenecer a una rica familia judía que pudo pagarle las mejores escuelas de música, nunca pasará de ser un violinista mediocre

“NUNCA SERÉ DOCTOR”

Pero como las matemáticas no eran su fuerte, se inclinará por la física, logrando licenciarse en 1900 con una nota de 4.91, un aprobado raspado con la necesaria décima por encima del mínimo suficiente para no suspender, siendo su tesina o memoria de licenciatura la que alcance la calificación más baja de todas.



Al año siguiente presentará la tesis doctoral, pero será rechazada. Cambia entonces de tema y se pone manos a la obra, pero resulta otra vez de nuevo un rechazo.



“¡Estoy harto, nunca seré doctor!”, escribía en 1903 a uno de sus amigos.

Sin embargo, su paso por la Politécnica de Zurich no resultará infructuoso. Enseñaban allí, por ventura para él, científicos de la talla de Weber, Wolfer, Hürdwig, Pernet o del gran matemático Herman Minkowski (el compilador de la teoría del espacio cuadrimensional y verdadero autor de la teoría de la relatividad especial). Además, allí conocería a su mujer, Mileva Maric...



Entretanto, Einstein ha comenzado a trabajar en la Oficina Comercial de Patentes de Berna y, aunque sólo lo hace en calidad de técnico de 3ª categoría, eso le permitiría relacionarse con los científicos más importantes de la época y se familiarizará con los éxitos de los nuevos inventos, aumentando su deseo de triunfar.



Al fin, en 1905, consigue ablandar al tribunal con una tesis “breve, anodina y carente del menor interés (según comentó uno de los tribunos), titulada Una nueva determinación de las dimensiones moleculares.


¡¡¡Cinco años para un trabajo de 29 páginas con ideas plagiadas de aquí y de allá!!!


Pero el momento es propicio, idóneo para triunfar, porque el monolítico edificio de la física clásica de Newton se resquebraja por momentos, hace aguas por todos sitios, tocado en su línea de flotación. Además, como él no es nadie, al aventurar hipótesis no arriesga ningún prestigio. Así que, animado por este cúmulo de cosas, el bueno de Albert se enfrasca en el estudio de los grandes del momento: Mach, Lorentz, Weber, Maxwell, Boltzmann, etc., y saca sus propias conclusiones.



Pero a veces la lectura de estos grandes físicos era abstrusa, difícil, cargada de detalles matemáticos. ¿Cómo logró nuestro héroe salir del atolladero una vez y otra careciendo, además, de los conocimientos matemáticos precisos e imprescindibles?



Esta es una pregunta que se han hecho legiones, pero que en verdad tiene una fácil respuesta...



1905, “ANNUS MIRABILIS”


Año en verdad “milagroso” aquel de 1905 para el joven Einstein. Al menos así lo han calificado todos sus hagiógrafos. Mas, ¿por qué?



Gracias a su relación con el Nobel Wilhelm Wien, jefe de redacción de la prestigiosa revista Annalen der Physik, nuestro genio logra publicar la tesis doctoral antes mencionada seguida de otros cuatro artículos que trastornarán el mundo de la física en particular y toda la epistemología en general.



Uno de los artículos (“Un punto de vista heurístico sobre la producción y propagación de la luz”), donde relacionaba la hipótesis de los “quanta” de Planck (aunque sin citarle, como era su costumbre) con el “fenómeno fotoeléctrico” de Lenard, le hará acreedor en 1922, nada menos, ¡¡¡al premio Nobel de física!!!



En realidad se le quería premiar por otro artículo titulado Cuerpos movidos electrodinámicamente, donde esbozaba la teoría de la relatividad especial, ya antes expuesta y por separado por Maxwell, Lorentz, Kaufmann, Cherenkof, Poincaré y, sobre todo, por Minkowski, su antiguo profesor de Zurich; pero teniendo en cuenta la poca credibilidad de que gozaba dicha “teoría” entre la comunidad científica, y también porque dicha teoría tenía un número indeterminado de “padres” y no podía ser atribuída a una persona en particular, se juzgó más prudente atribuírselo por la cuántica.



Einstein y sus correligionarios de calaña sionista, liberal, capitalista, mundialista y progresista


Aunque el espaldarazo definitivo como “Pontifex Maximus” de la conciencia universal no le llegará hasta el año 1922 con el Nobel, de hecho, aquellos cuatro artículos de los “Annalen” le dieron un “cachet” y una popularidad inusitada. En todos los círculos científicos e intelectuales de Europa y de América no se hablaba de otra cosa que del joven Einstein y de su “teoría” de la relatividad.



Lo más difícil ya estaba hecho. Había dado con la clave de su tiempo; en una época en que los valores absolutos (amor, honor, patria, familia, Dios...) empezaban a cobrar renovada fuerza en la Europa continental, la idea relativista (aceptable en sí misma), derivando hacia el relativismo subversivo que patrocinará con éxito nuestro “genio”, conmocionará las conciencias y se revelará como un filón inagotable, como el deus ex machina de la causa liberal-capitalista y progresista.



Einstein, al fin, había llegado. Ahora le ofrecían explicar la “Teoría de las radiaciones” en la Universidad de Berna. Y aunque no pueda decirse que sus comienzos como profesor fuesen particularmente brillantes (el primer año sólo se matricularon cuatro alumnos en su asignatura y al año siguiente sólo lo haría uno, el lituano nacionalizado alemán Max Stern), no fue óbice para que, de forma inmediata, se le ofreciera, gracias a los oficios de su buen amigo Kleiner, una plaza de “Privatdozent” en la Universidad de Zurich. Después vendrían Praga, Zurich de nuevo, Berlín, etc.



Año “milagroso” en verdad aquel de 1905, pues ni en los años anteriores ni posteriores a esa fecha volverán a tener sus trabajos ni la altura, ni la originalidad, ni la brillantez (ni tampoco, ojo, el estilo literario) alcanzados por esos cuatro artículos de los “Annalen der Physik”.



Mas a nadie se le oculta que detrás de todo milagro siempre se encuentra un misterio.



¿Cuál era, pues, el misterio de Albert Einstein?



MILEVA EINSTEIN, NACIDA MARIC


El primero en sorprenderse por la calidad y la originalidad de aquellos trabajos fue Hermann Minkowski que, como profesor suyo que fue, conocía bastante bien las limitaciones de su antiguo alumno.
“¿Einstein? Si hubiera sido Grossman -se decía-, o Wegener, o esa chica tan lista de Mileva... Pero Einstein... que se “fumaba” las clases...”


Todo acabó indicando que las "geniales ideas" pertenecían en realidad a su esposa, Mileva Maric



Sin embargo, factum est illud, y Einstein era su autor... Hasta que en febrero de 1990, en la reunión anual de la American Asociation for the Advancement of Science (AAAS, Asociación Americana para el Avance de la Ciencia), estalló la bomba.

El físico Evans Harris Walker, de Aberdeen (Maryland), y la filóloga Senta Troemel-Ploetz, de la Universidad de Bonn, analizando de forma separada y bajo sus respectivos criterios los trabajos publicados por Einstein en los “Annalen der Physik” en 1905, así como la correspondencia privada entre Einstein y su esposa Mileva, llegaron a la sorprendente conclusión que, tanto las geniales ideas atribuídas al primero, así como el tremendo trabajo de formulación matemática, pertenecían en realidad a su esposa Mileva Einstein, nacida Maric.

Esto explica el sorprendente “bajón” que sufre la obra einsteiniana, tanto en cantidad como en calidad, a partir justamente de 1919, fecha de la separación del matrimonio Einstein.

A partir de entonces, Albert siempre trabajará asociado con otros físicos (como Podolsky, Bose, Nathan, Rose, De Sitter, Infeld, Hoffman, etc.), dando muestras además de una dependencia continua y manifiesta en lo que a formulación matemática se refiere (matemáticos asalariados que trabajaron para él fueron Grossman, Groumer, Lanczos, etc.)

Ernst Strauss recuerda cómo, cuando no entendía algún desarrollo matemático, solía decir:


“Estoy convencido, pero no convencido”.


Se podrían escribir miles de anécdotas que acreditarían fehacientemente el juicio de Evans H. Walker cuando dice:


“Mileva era mayor que él e inicialmente la líder en iniciativa especulativa”.
Recordemos cómo, por aquel entonces, estudiaba muy poca gente, pudiendo Einstein ingresar fácilmente y ¡¡¡graduarse!!! en la prestigiosa Politécnica de Zurich.

Sin embargo, Mileva, a la sazón única mujer del curso, tuvo que “dar la talla”, resultando incomparablemente más inteligente y brillante que él. Ambos tenían en común la afición por los clásicos de la física, al igual que un acusado problema de relación social (Mileva era coja de la pierna derecha), lo cual les acercó sentimentalmente. El bribón de Einstein pronto se dio cuenta de que aquella chica era una mina y que, trasladando sus ideas a otros campos (filosofía y política, principalmente), podían tener un buen mercado.

De esta forma, aprovechado sus relaciones y contactos entre la constelación de grupúsculos y cenáculos sionistas, progresistas y mundialistas a los que pertenecía (“Patria Nueva”, “Amigos de la Nueva Rusia”, “Liga del Padronazgo en pro de un Gobierno Mundial”, etc.), le hará encumbrarse.



Un detalle bastante revelador aportado por Senta Troemel-Ploezt es que, cuando Albert y Mileva se separaron en 1919, el decreto de divorció incluyó la cláusula de que, en caso de recibir Einstein algún premio por los artículos publicados en los “Annalen der Physik”, debía entregárselo íntegramente a Mileva.


Y así fue que tres años después Albert Einstein entregó el dinero del premio Nobel a su ex-esposa. Pero lejos de tratarse de un gesto de la proverbial magnaminidad atribuída a “San Alberto Einstein” por sus hagiógrafos, lo fue en realidad por imperativo legal y elemental justicia, toda vez que, como pudo demostrar Mileva ante el juez, Einstein se había estado apropiando desde el periodo inicial de las relaciones (vivieron juntos cinco años antes de casarse) de todos los trabajos e inventos que ella había realizado, valiéndose para ello de su puesto en la oficina de patentes, para patentarlos con su propio nombre e, incluso, ¡¡¡a nombres de terceros!!!, sin figurar Mileva en ellos para nada, pues, como solía decir el “Genio”
“Yo no me imagino a una mujer Galileo, ni Kepler, ni Miguel Ángel”.
Pero este asunto no era nuevo, la doctora Troemel-Ploetz, ha demostrado además cómo todo este “affair” fue ya denunciado treinta años antes por el físico serbio y amigo del matrimonio Einsten, Abraham Joffe (Mileva era hija de padres serbios emigrados a Suiza), en un libro en donde testimoniaba haber visto, él mismo, los apuntes y los originales de los manuscritos más tarde publicados en los “Annalen der Physik”, escritos con la caligrafía de Mileva Maric.



Todo evidencia que algo muy gordo y muy turbio se oculta en el mito de Einstein

El simple hecho de que estos sucesos no afecten a la enmarcable figura de “El Genio”, sino que ni siquiera trasciendan y pasen inadvertidos para el gran público, así como el protagonismo alcanzado en la prensa diaria sólo comparable con el ostracismo al que son condenados los científicos disidentes del Dogma, la complicidad de revistas científicas tenidas por “serias” en este feo asunto, así como las cantidades astronómicas de dinero que se gasta Alemania para demostrar... ¿qué?, evidencian per se que algo muy gordo y muy turbio se mueve detrás del mito de Einstein.

 
Como dice el profesor Thruillier en la revista “La Recherche” (nº 96, enero 1996, pág. 16):
“Todo acontece como si la física relativista fuera, en un dominio particular y concreto, la realización de un programa mucho más amplio: construir un mundo “suprapersonal”, un mundo situado más allá de nuestras sensaciones y nuestras percepciones, pero dotado de una realidad superior”.
Sólo recordemos el papel que en todo este entramado ha jugado el “Council on Foreing Relations” (CFR) de los EEUU, así como la Trilateral.


“MEIN FÜHRER IST CAIN WEISSMANN”

Decía Max Weber en “El científico y el político” que

“quien hace política pacta con los poderes divinos o diabólicos que acechan en torno al poder... quien busque la salvación de su alma y de los demás se arriesga por el camino de la política, porque el genio de la política vive en tensión con el dios del amor”.


En relación con esta idea, Isidro-Juan Palacios, en la revista “Punto y Coma”, decía que
“también la actividad científica, fuente mágica de poder, ha sido usada por el hombre como vía de usurpación y de autonomía en relación con el espíritu, y por eso también se ha diabolizado”. Parece como si ambas reflexiones hubieran tenido, consciente o inconscientemente, a Einstein como punto de referencia.
“Einstein -reconoce un relativista como Eddington- abolió el infinito, modificó ligeramente sus ecuaciones para hacer que el espacio a grandes distancias resultase curvo, hasta quedar cerrado“.
Y William Popperll, de la Universidad de Columbia, dice que
“la luz es para Einstein el nuevo Único, el Absoluto en un mundo donde todo lo demás es relativo”.
Y recapitulando diremos que puesto que ya no existen ni el espacio ni el tiempo por separado, sino el espaciotiempo, es decir el movimiento unido a la velocidad, éste es el concepto fundamental de la física relativista. Por eso ya no hay en el mundo ni reposo ni paz.(...)


El “Genio” atómico había pedido en una carta enviada a Roosevelt la utilización masiva de la bomba de uranio sobre Alemania insistentemente, y no sólo el 2 de agosto de 1939 (antes del estallido de la II Guerra Mundial) como se ha dicho, sino también el 7 de marzo de 1940.



El "Genio" hizo todo cuanto estuvo en su mano para CONSEGUIR el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki: las dos ciudades católicas del Japón

“Sólo el poder organizado -había dicho para justificarse- puede hacer frente al poder organizado”.
Exactamente la misma frase (y en la misma lengua alemana) que Hitler había pronunciado seis años antes, sólo que éste, que iba muy por delante en investigación y tecnología nuclear que el resto de los países, había prohibido expresamente su uso.


Cuando Einstein asistió en 1921 a una convención sionista en Nueva York, proclamó ante diez mil correligionarios:
“Mein Führer ist Cain Weissmann. Folge Ihn. Ich habe Gesprochen”. (“Mi líder es Cain Weissmann. Síganlo. He dicho”).
Como se ve, “todo es relativo”, sólo depende desde donde se posicione cada uno.



ANEXOS AL ARTÍCULO

1) Contumancia einsteiniana

En una jugosa e interesante velada (que Heisemberg nos relata en su libro Diálogos sobre la física atómica) celebrada en casa de Böhr en 1932 en Copenhague, Oskar Klein preguntaba lo siguiente a Niels Böhr:
Klein - “¿No es extraño que Einstein tenga tantas grandes dificultades en aceptar el papel del azar en la física cuántica? (...) ¿La rechaza sólo porque el azar es básico en ella?”

Heisemberg – “...es justamente ese carácter básico el que le perturba. Que no sepamos, por ejemplo, cómo se mueven dentro de un puchero lleno de agua cada una de las moléculas de agua, es algo evidente. Por eso, los científicos tenemos que aplicar en este caso la estadística, de modo parecido a como, por ejemplo, lo hace una sociedad de seguros de vida con sus asegurados... En la física clásica se había admitido que se podía seguir el movimiento de cada molécula y determinarlo según las leyes de la mecánica newtoniana... Pero las cosas no suceden así en la mecánica cuántica. No podemos observar sin perturbar el fenómeno que obsevamos, y los efectos cuánticos de esta perturbación llevan por sí mismos a una indeterminación del fenómeno que queremos observar. Esto es lo que Einstein se niega a aceptar. Él considera que se deberían decubrir en el futuro determinados nuevos parámetros de determinación del acontecer... pero esta pretensión es, sin duda alguna, falsa”.

Böhr - “...no estoy plenamente de acuerdo con eso de que la observación perturba el fenómeno. Más bien debería hablarse de la imposibilidad de objetivar el resultado de la observación, tal como se hacía en lafísica clásica: distintas situaciones de observación son complementarias entre sí, lo cual quiere decir que se excluyen (o complementan mutuamente), que los resultados de una no pueden compararse unívocamente con los de otra... La complementariedad es un aspecto central de la descripción de la naturaleza que había existido siempre, especialmente en la forma dada por Gibbs, pero a la cual no se había prestado la atención suficiente; mientras que Einstein siempre parte del mundo conceptual de la mecánica newtoniana, o de la teoría de campos de Maxwell, y no ha captado los caracteres complementarios en la termodinámica estadística”.

2) Einstein y la bomba atómica

El Proyecto Manhattan sería el encargado, a principios de los años 40, de llevar a cabo la construcción de las primeras bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial, bajo el mandato del presidente Roosevelt en los EEUU.

Oppenheimer y Fermi serían dos de las figuras de primerísima fila en el proyecto. Todos sabemos lo que ocurrió después: Hiroshima y Nagasaki fueron completamente destruídas y con ese holocausto quedó inaugurada la era atómica.


Pero no todo fue fácil hasta llegar a aquel instante. Momentos hubo de indecisión, parálisis o pérdidas de tiempo. Y fue en ellos precisamente donde la figura de Albert Einstein jugaría un papel definitivo. Viendo que los progresos sobre la construcción de la bomba iban lentos, los científicos Wigner, Szilard y Tiller, los tres al servicio del poder americano, pidieron a Einstein, ya que gozaba por aquellos años de un notable prestigio internacional, que escribiese al presidente Roosevelt instándole a apoyar sin paliativos las investigaciones para la construcción de la bomba, dotándoles de los medios necesarios. El texto de la carta que Einstein escribió el 2 de agosto, y que le fue entregada en mano al presidente Roosevelt el 11 de octubre de 1939, decía:

“...en el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho patente mediante el trabajo de Joliot en Francia, así como de Fermi y Szilard en América, que pueden establecerse reacciones en cadena en una gran masa de uranio, de forma que puedan ser generadas grandes cantidades de energía. Este nuevo fenómeno podría también conducir a la construcción de una bomba de una nueva clase y extremadamente poderosa.


Un nuevo artefacto de este tipo que hiciese explosión en una ciudad o en un puerto podría destruirlos completamente. Un bombardeo masivo de este tipo sobre Alemania garantizará a América una victoria segura en una guerra previsible”.


Como sabemos, la guerra en Europa terminó antes de que las bombas estuviesen listas, pero quedaron preparadas para ser lanzadas sobre el Japón.

Sus efectos devastadores fueron de todos conocidos.


Y de tales efectos se sabe que el propio Einstein se llegó a sentir responsable directo. Fue por ello que volvió a escribir a otro presidente, esta vez a H. Thruman, alarmado no precisamente ante el desarrollo de la bomba de hidrógeno por los norteamericanos, sino ante el anuncio de los sovéticos de desarrollar su propio arsenal nuclear:

“La destrucción de toda la vida sobre la tierra ha entrado dentro del campo de las posibilidades técnicas. Todo parece encuadrarse en esta siniestra marcha de los acontecimientos. Cada paso es consecuencia del anterior, y al final de este camino se perfila cada vez más claramente el espectro de la aniquilación general”...
3) Credo científico de San Alberto Einstein

Citas extraídas de los escritos de Einstein sobre sí mismo (Albert Einstein. Correspondencia 1903/1955. Editorial Hermann, 1962, págs. 8, 12 y 13)
“Einstein, ermitaño de Princeton, el físico que marchó a la búsqueda del movimiento perfecto (como Moisés recibiendo las Tablas de la Ley en el monte Sinaí). Einstein, en la cima de la montaña de Dios, os invita a subir por la escala de Jacob que termina a los pies de Dios”


“La persecución del conocimiento viene a ser una especie de búsqueda mística que nos acerca a la Verdad Suprema. El método científico funda la única verdad que puede prevalerse de razón y objetividad. Yo os muestro la única forma indiscutible de verdad”.


“San Einstein es el Genio místico, el Sumo Sacerdote de la física, el Profeta que os conduce a través de su pasión hacia la verdad y el conocimiento, suprema gracia de nuestra religión cósmica y liberadora, estadio supremo de la ciencia. Mi Gran Obra, sostenida por mis catedrales de las matemáticas, debe haceros descubrir el nuevo paraíso. Por eso es preciso que abandoneis al dios personal (“interviniente” en el curso de los acontecimientos) para así poseer la Verdad-Una”.

martes, 13 de diciembre de 2011

El origen de la vida

Por el Ing. John Pendleton.
Advertencia: dicho científico tiene un sesgo adventista.

Ing. Quim. John Pendleton.  Haga click aquí, para ver el video sobre el origen de la vida.


Sitio de John Pendleton: click aquí.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Los halos de polonio como pruebas de una Tierra joven

Por el Lic. Juan Carlos Gorostizaga.
Desde Creacionismo Especial.

(Po214 en biotita, imagen de "Creation's Tiny Mystery, by R.V. Gentry)



Una demostración (por ahora no refutada) de la corta edad de la Tierra ha sido dada por el físico Robert Gentry[1]. El granito es una roca ígnea plutónica constituida esencialmente por cuarzo, feldespato y mica. Es la roca más abundante de la corteza continental, y sería, según la visión evolucionista, el producto de la solidificación lenta y a muy alta presión, durante millones de años, de magma terrestre con alto contenido en sílice producto de la fusión de las rocas que forman los continentes, sometidas al calor del manto terrestre en la parte inferior de éstos[2].
Gentry, trabajando en el Oak Ridge National Laboratory, ha estado estudiando el granito durante años, y ha encontrado varias (no sólo ésta de los halos) pruebas de una corta edad de la Tierra. Al diseccionar las rocas de granito se puede observar que están compuestas de una estructura cristalina muy densa. Dentro se entremezclan cristales de cuarzo y de mica. Los cristales de mica, que se desprenden fácilmente con la ayuda de una navaja, si se les observa con un microscopio, pueden verse que están formados de numerosas estructuras anulares llamadas “halos”. Por lo general hay un núcleo central que en un tiempo tuvo material radiactivo, pero que fue desprendiendo las consiguientes partículas α (núcleos de He) y ha quedado petrificado en los sucesivos anillos exteriores, según la secuencia completa de decaimiento radiactivo. Los científicos pueden conocer con exactitud qué material padre causó tales halos midiendo los anillos. En el diagrama de la izquierda se ve la secuencia típica de un halo: U-238, U-234, Th-230, Ra-226, Rn-222, Po-218, Po-214, Po-210. Esta estructura identifica al isótopo radiactivo Polonio-218 como el causante principal de esos halos de la mica. Lo sorprendente aquí es que el Polonio-218 tiene una existencia fugaz, su presencia en el granito refuta la tesis evolucionista de la formación de las rocas como un conglomerado fundido enfriándose durante eones. Ya que el Polonio-218 sólo tiene un periodo de vida de 3 minutos, si la roca se hubiera enfriado lentamente (incluso durante un intervalo de 2 horas) todas las trazas del elemento se hubieran disipado y no se observarían halos.
Una pizca de polonio radiactivo en una roca fundida se puede comparar a un trocito de Seltz alcalina introducida en un vaso de agua. El comienzo de la efervescencia equivaldría al momento en que los átomos de polonio comienzan a emitir núcleos de He. En la roca fundida los residuos de esas partículas radiactivas desaparecerían tan rápidamente como las burbujas de Seltz del interior del agua. Pero si el agua fuera congelada instantáneamente, entonces las burbujas quedarían también allí aprisionadas dentro del hielo. Algo así, tal como explica Robert Gentry, fue lo que sucedió con estos halos de polonio, que permanecen como una innegable evidencia de que una cantidad de materia primordial de la Tierra quedó "cristalizada" en el interior del granito sólido. La existencia de estos halos de polonio, por tanto, implican que nuestra Tierra fue formada en un brevísimo intervalo de tiempo, en concordancia con lo narraado en el primer capítulo del Génesis.


En realidad, el asunto de los halos está aquí muy simplificado, el uranio radiactivo se descompone siguiendo una secuencia de pasos intermedios, cada uno de los cuales tiene su característico nivel de energía. Si la inclusión radiactiva reside en una estructura cristalina bien formada, como por ejemplo en el mineral biotita (una forma de mica que se halla frecuentemente en las rocas graníticas), es cuando se observa claramente los rastros formando una serie de esferas concéntricas en torno a la inclusión, cada una indicando un paso de la descomposición del material padre. Varios de estos pasos intermedios corresponden isótopos con semividas extremadamente cortas. Sorprendentemente, a veces unos halos característicos de los isótopos de polonio se encuentran sin los consiguientes halos de uranio, de más lenta formación, mostrando ningún rastro del conglomerado padre de uranio. Aparentemente, allí en el centro no hubo nunca uranio, y el conglomerado original debió haber sido sólo de polonio (llamado "polonio huérfano"). Se creía que el granito necesitaba muchísimos años para que se formaran estructuras cristalizadas, ya que la solidificación se produce al llegar a una temperatura por debajo del punto crítico. Puesto que los isótopos de polonio tienen tan corta semivida, sería increíblemente improbable la formación de halos de polonio sin la presencia de material padre. Esto ha llevado a Robert Gentry a especular que los granitos fueron instantáneamente creados con las inclusiones de polonio presentes, las cuales posteriormente se habrían descompuesto.


Para conocer más sobre los halos de polonio podéis acudir a la web de Robert Gentry, http://www.halos.com/

 NOTAS:
1. Robert Gentry es autor del libro "Creation's Tiny Mistery".
2. Según está indicado en Wikipedia .

viernes, 9 de diciembre de 2011

Lista de pseudociencias

Por Silvio Capiscoconi (Il Caporegime).
El judío Freud, MINTIENDO...
 Resulta curioso y chistoso ver cómo los ateos, que se dicen los grandes escépticos y toscamente no creen en Dios, porque simplemente lo niegan, sin aportar prueba alguna (véase navaja de Ockham, según Billy Gates), pero sin embargo la mayoría de ellos creen en pseudociencias como la grafología, la ufología y el psicoanálisis. Creo que la ufología es la pseudociencia favorita de los ateos y eso es debido al profundo amor que sienten por la farsa de la Teoría de la Relatividad, del judío Albert Einstein, sobre del que trataremos en profundidad, próximamente.
Pero a continuación os dejaré una lista de pseudociencias, sobre las cuales iré explicando poco a poco, cada una de ellas, refutando todas sus mentiras:

Lista de pseudociencias:

 He aquí una lista de pseudociencias (en azul las protociencias):

1.      Alquimia: Proto-ciencia que evolucionó a la actual química (no es incompatible con nuestra fe; San Anselmo, Pedro Abelardo, San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, Roger Bacon, Tycho Brahe fueron algunos grandes ejemplos). También constituyen actualmente algunas corrientes filosóficas o seudociencias.
2.      Astrología: Seudociencia muy antigua. Conjunto de creencias que postulan relaciones causales entre los astros y la personalidad de los individuos, intentando predecir eventos futuros de personas o cosas.
3.      Biomagnetismo: Disciplina que intenta curar enfermedades con imanes.
4.      Cerealogía: Disciplina que estudia las imágenes de los cultivos de maíz y similares, hechas por supuestos extraterrestres.
5.      Criptoarqueología: Estudio de una arqueología ficticia y fantasiosa, como decir que no existió el arca de Noé y decir que las pirámides tienen millones de años.
6.      Criptozoología: Estudio de hipotéticos animales desconocidos para la zoología; animales supuestamente escondidos. Aunque sea seudociencia, puede ser útil a la larga para la zoología.
7.      Dianética: Es una de las creencias de la secta de la cienciología.
8.      Evolucionismo: Teoría pseudocientífica que postula que los seres vivos evolucionan de una especie a otra.
9.      Falsificación de la historia o pseudohistoria: Es todos aquellos cuentos históricos sin apoyo científico, que pretende pasar por cierto; o sea “cuentos chinos”.  Xej: decir que la humanidad tiene millones de años y no alrededor de seis mil como dice la Biblia.
10.  Feng Shui: Una forma de geomancia desarrollada en China, sobre el control del qi o chi.
11.  Frenología: Teoría obsoleta que afirmaba la posible determinación del carácter y rasgos de la personalidad. Protociencia que contribuyó a la neurología.
12.  Grafología: El estudio de la supuesta relación entre la escritura y la personalidad del individuo.
13.  Homeopatía: Medicina alternativa caracterizada por el empleo de preparados altamente diluidos que pretenden crear los mismos síntomas que sufre el paciente.
14.  Numerología: Práctica adivinatoria usando números.
15.  Parapsicología: Pseudopsicología que trata sobre fenómenos paranormales, como telepatía, telequinesis, etcétera.
16.  Piramidología: Creencias que postulan que las pirámides fueron hechas por extraterrestres y que sirven como naves espaciales o calendarios de predicción, etcétera.
17.  Psicoanálisis: Teoría pseudocientífica sobre los procesos psíquicos inconscientes, que presenta una concepción ampliada de la sexualidad y habla de complejos de Edipos y otras falacias. Incluye a la psicosomática psicoanalítica.
18.  Psicología social: Si bien afirma ser una “disciplina científica”, carece de objeto de estudio. Es una rama pseudo-psicológica perteneciente a la corriente freudo-marxista.
19.  Psicología transpersonal: Pseudopsicología del movimiento New Age.
20.  Radiestesia: Actividad pseudocientífica que se basa en la afirmación de que estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones, de un cuerpo emisor pueden ser percibidos y—a veces—manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas u horquillas que amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano.
21.  Socialismo científico: Teoría pseudocientífica que se basa en el materialismo histórico y sirve sólo para apoyar los postulados marxistas de la plusvalía y demás absurdos.
22.  Ufología: Es el estudio de los OVNI (objeto voladores no identificados), postulando la existencia de seres extraterrestres.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...